Hola! Hace días que no paso por aquí, entre las clases y eso, no he podido, pero os comento que mis actuales lecturas son Insurgente, segundo volumen de la trilogía de Veronica Roth, y Relentless de Cassia Leo, mi segunda lectura en inglés. Ambos me están gustando mucho y en cuanto los acabe traeré mis opiniones al blog. Sin embargo, hoy no vengo a hablaros de libros, sino a recomendaros una película, Una Cuestión de Tiempo, para la que sólo emplearé una palabra para describirla. Magnífica.
Título: Una Cuestión de Tiempo
Título original: About Time
Director: Richard Curtis
Guion: Richard Curtis
Música: Nick Liard-Clowes
Fotografía: John Guleserian
Reparto: Domhnall Gleeson, Rachel McAdams, Bill Nighy,
Tom Hollander, Lindsay Duncan, Margot Robbie
Sinopsis:
A los 21 años, Tim Lake (Domhnall Gleeson) descubre que puede viajar en el tiempo… Después de otra fiesta de fin de año fallida, el padre de Tim (Bill Nighy) le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre el don de viajar en el tiempo. Tim no puede cambiar la historia, pero sí puede cambiar lo que ocurre y lo que ha ocurrido en su vida. Por lo tanto decide que su mundo será mejor… y que tendrá novia. Tristemente, nada de todo esto es tan fácil como parece. Tim se traslada desde la costa de Cornualles a Londres para trabajar en un bufete de abogados y acaba conociendo a la preciosa e insegura Mary (Rachel McAdams). Se enamoran, pero un desafortunado viaje en el tiempo borra el momento en que se conocieron. Vuelven a encontrarse otra vez – y otra vez – y finalmente, gracias a un astuto uso del viaje en el tiempo, consigue conquistarla. Tim utiliza sus poderes para crear la perfecta petición de mano, para salvar su boda del peor discurso por parte del padrino, para impedir un desastre profesional en la vida de su mejor amigo y para que su esposa embarazada llegue a tiempo al hospital a pesar de un terrible atasco. Pero según avanza su curiosa vida, Tim descubre que ese don tan especial no puede protegerle de las tristezas ni de los altibajos que afectan a cualquier familia. Incluso viajar en el tiempo tiene limitaciones y puede ser peligroso. Una Cuestión de Tiempo (About Time) es una comedia acerca del amor y de los viajes en el tiempo donde se descubre que para disfrutar de la vida, quizá no haga falta viajar en el tiempo.
Una Cuestión de Tiempo es de esas películas que sabes que te van a gustar con sólo ver el trailer. Desde que se estrenó en cines quería verla, pero por una cosa o la otra (las entradas cuestan un ojo de la cara), no fui. Hoy he podido sentarme a verla y comprobar si estaba equivocada o por el contrario, si tenía toda la razón con la primera impresión que tuve de ella. Y desde luego, acerté, aunque en realidad eso queda muy lejos de describir cuánto me ha gustado Una Cuestión de Tiempo.
La trama, aunque parezca un poco de ciencia ficción, un hombre que viaja en el tiempo, es muy humana y cotidiana. Los protagonistas son tan reales como cualquiera de nosotros. Domhnall Gleeson encarna a Tim Lake y no es el típico chico guapo capaz de deslumbrar a las mujeres con una sonrisa, no, es un chico con sus defectos y sus virtudes, una personalidad muy dulce y tierna que conquista. Rachel McAdams interpreta a Mary quien tampoco es la chica insulsa y estúpida que solemos encontrarnos en algunas de estas películas, sino que es una mujer con su carácter, que sabe lo que quiere y que se enamora de nuestro Tim. Bill Nighy da vida al padre de Tim y qué queréis que os diga, uno de los puntos fuertes de la película es él, te reirás, reflexionarás y también acabarás soltando más de una lágrima. La relación de Tim con su padre, incluso más que la de Tim y Mary, es muy conmovedora, bonita y emotiva y la que impedirá que te despegues de los pañuelos. Avisados quedáis.
Una Cuestión de Tiempo lleva sin duda la marca de Richard Curtis, el director, que cuenta entre sus trabajos Love, Actually (vedla), Notting Hill (vedla) y Cuatro bodas y un funeral (vedla). La película no sólo se centra en el protagonista y en si encuentra el amor o no, también se le da importancia a las historias secundarias y a los personajes que en apariencia no son relevantes. En sus películas y en Una Cuestión de Tiempo hasta el último de los personajes tiene sus propios problemas por los que nos preocuparemos, pero también tendrán momentos en los que disfrutaremos.
Una Cuestión de Tiempo es un canto a la vida, a vivir el momento, a disfrutar cada día como si fuese el último incluso si puedes viajar en el tiempo y cambiarlo. Unos actores estupendos en sus respectivos papeles, una trama repleta de cotidianidad, humanidad, sencillez, emotividad y ternura, con Inglaterra como escenario y una BSO perfecta. Una película que no debes perderte. Maravillosa.
¿La has visto? ¿Qué te ha parecido?
Gracias por leer...
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