Título original: The Girl on The Train
Autor/a: Paula Hawkins
Editorial: Planeta
Pág. aprox.: 496
Precio aprox.: 19.50
Sinopsis
¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso?
Rachel, sí
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
Opinión
Hace un tiempo hablaba de La chica del tren en la sección Wishlist. Como muchos sabréis este es el bestseller del momento, al que medio mundo ya se ha rendido y al que Hollywood ya le ha echado el guante. Con todo ese bagaje a sus espaldas y una sinopsis que prometía uno de esos thrillers psicológicos que me harían dudar hasta de mí misma, me sumergí en La chica del tren esperando encontrar todo eso de lo que se hablaba y me alegra poder decir que no sólo ha cumplido todas las expectativas que tenía, sino que además ha logrado sorprenderme.
La chica de tren cuenta la historia de Rachel, una mujer que cada mañana se sube al tren de las 8.04 y, al llegar al semáforo, observa las casas que hay frente a las vías. En concreto, Rachel observa a una pareja a la que ella se refiere como Jess y Jason. Ambos son guapos y triunfadores, están profundamente enamorados y son rematadamente felices. Al menos, eso es lo que ella ha imaginado para ellos. Sin embargo, un día Rachel ve algo, lo suficiente para darse cuenta de que quizás Jess y Jason no son quienes ella creía que serían.
La novela es tan misteriosa y sorprendente como creía que sería. En algún momento pensé que, quizás, no era tan original como la planteaban, pero enseguida mis dudas respecto a la historia desaparecieron, ya que la autora nos lanza a una espiral de confusión junto a unos personajes de los que no te puedes fiar ni lo más mínimo.
Rachel, Megan y Anna son las narradoras de este inquietante thriller. Si bien las tres son el punto fuerte de la novela, me ha resultado difícil conectar con ellas. En primer lugar, porque durante más de la mitad del libro no entendía cuál era el papel de alguna de ellas en todo lo que estaba ocurriendo, principalmente el de Anna y Rachel, porque el de Megan era bastante obvio.
Sin embargo, conforme se va desarrollando la trama me ha encantado ver cómo cada una de las narradoras son cruciales para desvelar el misterio que se esconde entre las páginas de La chica del tren. No obstante, y como contrapunto, las personalidades y comportamientos de las tres protagonistas hacen muy difícil el que simpaticemos con ellas. Normalmente, me suelen gustar esos personajes con dobles raseros, llenos de luces y sombras, pero en este caso no he podido conectar con ellas tanto como me hubiese gustado, aunque quizás si tuviera que elegir a una de las protagonistas me quedaría con Megan, por su oscuridad interior y por querer enmendarse pese a todo. Aun así, creo que las tres son clave para que La chica del tren posea ese aura de constante confusión, verdades a medias y mentiras, muchas mentiras.
La chica del tren es, como sabréis, un thriller psicológico y como tal, debe de haber un misterio, una pregunta a la que encontrarle una respuesta. Reconozco que yo no suelo ser muy avispada en cuanto a este aspecto se refiere, a menos que sea un poco más evidente, y en esta ocasión, la autora ha sabido jugar bien sus cartas y desvelar el misterio a su debido tiempo. Poco a poco descubrimos qué es lo que sucedió aquel sábado por la noche y lo haremos de la mano de Rachel, Anna y Megan. En mi opinión, el final está muy bien ejecutado y a mí me ha sorprendido muchísimo, ya que en ningún momento se me pasó por la cabeza esa teoría. Cierto es que si prestamos la suficiente atención, las pistas están ahí, pero yo no supe unir las piezas de este puzzle.
La chica de tren cuenta la historia de Rachel, una mujer que cada mañana se sube al tren de las 8.04 y, al llegar al semáforo, observa las casas que hay frente a las vías. En concreto, Rachel observa a una pareja a la que ella se refiere como Jess y Jason. Ambos son guapos y triunfadores, están profundamente enamorados y son rematadamente felices. Al menos, eso es lo que ella ha imaginado para ellos. Sin embargo, un día Rachel ve algo, lo suficiente para darse cuenta de que quizás Jess y Jason no son quienes ella creía que serían.
La novela es tan misteriosa y sorprendente como creía que sería. En algún momento pensé que, quizás, no era tan original como la planteaban, pero enseguida mis dudas respecto a la historia desaparecieron, ya que la autora nos lanza a una espiral de confusión junto a unos personajes de los que no te puedes fiar ni lo más mínimo.
Rachel, Megan y Anna son las narradoras de este inquietante thriller. Si bien las tres son el punto fuerte de la novela, me ha resultado difícil conectar con ellas. En primer lugar, porque durante más de la mitad del libro no entendía cuál era el papel de alguna de ellas en todo lo que estaba ocurriendo, principalmente el de Anna y Rachel, porque el de Megan era bastante obvio.
Sin embargo, conforme se va desarrollando la trama me ha encantado ver cómo cada una de las narradoras son cruciales para desvelar el misterio que se esconde entre las páginas de La chica del tren. No obstante, y como contrapunto, las personalidades y comportamientos de las tres protagonistas hacen muy difícil el que simpaticemos con ellas. Normalmente, me suelen gustar esos personajes con dobles raseros, llenos de luces y sombras, pero en este caso no he podido conectar con ellas tanto como me hubiese gustado, aunque quizás si tuviera que elegir a una de las protagonistas me quedaría con Megan, por su oscuridad interior y por querer enmendarse pese a todo. Aun así, creo que las tres son clave para que La chica del tren posea ese aura de constante confusión, verdades a medias y mentiras, muchas mentiras.
La chica del tren es, como sabréis, un thriller psicológico y como tal, debe de haber un misterio, una pregunta a la que encontrarle una respuesta. Reconozco que yo no suelo ser muy avispada en cuanto a este aspecto se refiere, a menos que sea un poco más evidente, y en esta ocasión, la autora ha sabido jugar bien sus cartas y desvelar el misterio a su debido tiempo. Poco a poco descubrimos qué es lo que sucedió aquel sábado por la noche y lo haremos de la mano de Rachel, Anna y Megan. En mi opinión, el final está muy bien ejecutado y a mí me ha sorprendido muchísimo, ya que en ningún momento se me pasó por la cabeza esa teoría. Cierto es que si prestamos la suficiente atención, las pistas están ahí, pero yo no supe unir las piezas de este puzzle.
La chica del tren es una historia trepidante, ágil y tan adictiva que no podrás dejar de leer hasta que descubras qué es lo que está ocurriendo. Paula Hawkins nos traslada a los suburbios londinenses y lo hace en tren, de la mano de tres mujeres que esconden más de lo que parece. Un misterio por resolver y tantos secretos y mentiras que no podrás confiar ni siquiera en ti mismo. No te pierdas esta impresionante novela y atrévete a descubrir qué es lo que ve la protagonista en su viaje en tren de las 8.04.
Autor/a
Nacida y criada en Zimbabwe, Paula Hawkins se mudó a Londres en 1989, lugar en el que reside desde entonces. Ha trabajado como periodista más de quince años, colaborando con una gran variedad de publicaciones y medios de comunicación.
Gracias por leer...
Que genial que te haya gustado tanto ! La verdad es que yo también lo disfrute mucho, aunque la primera parte fue un poco más lenta de lo que esperaba :B
ResponderEliminarBesos !
¡Pienso igual que tú!
ResponderEliminarA mi me gustó mucho ésta novela, la verdad! Tengo muchísimas ganas de que estrenen la película!!
Saludos! ^^