Título: La Serie Divergente: Leal
Título original: The Divergent Series: Allegiant
Fotografía: Florian Ballhaus
Música: Joseph Trapanese
Música: Joseph Trapanese
Guion: Noah Oppenheim, Adam Cooper,
Bill Collage, Stephen Chbosky (Libro: Veronica Roth)
Bill Collage, Stephen Chbosky (Libro: Veronica Roth)
Dirección: Robert Schwentke
Reparto:
Shailene Woodley, Theo James, Naomi Watts, Ansel Elgort, Miles Teller,
Jeff Daniels, Jonny Weston, Bill Skarsgård, Kristin McKenzie, Juanita J.P. Taylor,
Marisol Correa, Jessica Yoshimura, Steven A.D. Taylor, Lindsey McCollough, Alicia Kelley.
Sinopsis:
La tercera entrega de la exitosa franquicia de La Serie Divergente: Leal, lleva a Tris (Shailene Woodley) y a Cuatro (Theo James) a un nuevo mundo, mucho más peligroso que el que habían conocido antes. Tras las revelaciones trascendentales de INSURGENTE, Tris debe escapar con Cuatro e ir más allá del muro que rodea Chicago. Por primera vez en la historia, dejarán la única ciudad y familia que conocen. Una vez fuera, todo aquello que presuponían como cierto, pierde cualquier sentido tras la revelación de nuevas verdades. Tris y Cuatro deben decidir rápidamente en quién confiar mientras se inicia una guerra despiadada que amenaza a toda la humanidad, más allá de las paredes que rodean Chicago. Para sobrevivir, Tris se verá forzada a tomar decisiones imposibles sobre el coraje, la lealtad, el sacrificio y el amor. (elseptimoarte.net)
Opinión:
Siempre he pensado que la Saga Divergente era entretenida y adictiva, pero con una trama que peca de ser caótica y desordenada, donde nadie parece saber qué es lo que está ocurriendo, ni siquiera sus protagonistas. Sin embargo, para mí las películas han conseguido solventar como mejor han podido esos vacíos argumentales y se han apoyado en la acción y el entorno distópico, valiéndose de efectos especiales muy visuales. Según la crítica e, incluso, parte del público, en Leal no había nada salvable y, la poca coherencia que tenía, la había perdido. Ante este panorama yo ya no sabía qué es lo que podía esperarme, aparte de un desastre. Quizás por mis bajas expectativas o porque en el fondo creía que la película no podía estar tan mal, Leal me gustó tanto como las anteriores entregas de la saga e, incluso, llegó a sorprenderme su final, que me dejó con la evidente duda de ¿qué ocurrirá en la última parte, Ascendente?
Tal y como ocurre en la novela, Leal arranca justo donde terminó Insurgente. Sin apenas un breve resumen de lo sucedido hasta ahora, nos encontramos en el Chicago de las facciones al borde de una guerra civil. Tras el descubrimiento de que hay vida más allá del muro, Tris está decidida a averiguar qué y quiénes son los responsables del experimento que ha sido la vida de los habitantes de la ciudad durante los últimos años. Junto a Cuatro, Tris y sus amigos lograrán salir al exterior, donde no pasará mucho tiempo antes de que se encuentren con los encargados de que Chicago fuese dividido en un sistema de facciones. Poco a poco empezarán a descubrir las respuestas a todas sus preguntas y muchas cosas más que cambiarán todo aquello en lo que creían. Tris y Cuatro deberán decidir en quién confiar antes de que sea demasiado tarde.
Leal es la prueba de que esta saga es un auténtico caos y que ni siquiera su adaptación a la gran pantalla ha podido salvar el potencial de la historia. Eso sí, al menos cumple su función de entretener. Sin embargo, no comprendo a qué viene la decepción de los críticos y espectadores no lectores de las novelas que creían que la saga mejoraría o que, de pronto, mostraría una profundidad y complejidad de la que nunca ha hecho gala. Para mí, la saga se ha mantenido lo más cerca posible del material original de la autora, así que, como se puede deducir, esto sigue sin ir a ningún sitio y, por lo tanto, no es culpa de las adaptaciones. De hecho, éstas siguen siendo muy fieles a su estilo, con un ritmo ágil, en el que destaca la acción constante, e intentando darle cierto sentido a las incógnitas que se han planteado a lo largo de la historia.
La trama continúa enrevesándose y, como ya sucedió en la última novela, parece una historia totalmente diferente a las anteriores entregas. De pronto nos encontramos en un escenario nuevo, con personajes que ni aportan ni dejan de aportar nada a la historia y con unas explicaciones vagas sobre el origen de los divergentes y la sociedad de facciones. Todo ello se suma a la inminente guerra que va a tener lugar en Chicago, ahora que el antiguo sistema ha sido eliminado. En este extraño ambiente, Tris y Cuatro deben desenvolverse lo mejor que puedan y, aunque tienen un margen más bien limitado, consiguen destacar por encima de todos los demás elementos de la película.
En mi opinión, los grandes aciertos de estas adaptaciones son Shailene Woodley y Theo James. Ambos me parecen actores estupendos, con una química que hace que Tris y Cuatro se compenetren a la perfección y que sean una pareja que cambia y evoluciona, adaptándose a las circunstancias de su entorno. En Leal y, siendo fiel a la narración de la novela, el protagonismo de la historia queda compartido entre Tris y Cuatro, aunque esta vez más en él que en ella. Mientras vemos cómo Tris parece adaptarse a su recién descubierta realidad, Cuatro se plantea la moralidad de las acciones que llevan a cabo en el lugar al que acaban de llegar. Este recurso, si bien nos permite reconocer en Cuatro un protagonista masculino más complejo e interesante, no favorece en nada a Tris, que queda en un segundo plano durante gran parte de la película y pierde su rol de heroína. Por suerte, hacia el último tramo las cosas recuperan su orden natural y Tris toma las riendas de la situación para hacer frente a un inesperado enemigo.
Lo que más me ha llamado la atención de Leal ha sido su final y es que termina con los acontecimientos que ponen fin a la historia en el libro, pero sin la impactante muerte correspondiente. Esto demuestra que dividir la novela en dos partes era innecesario, ya que Leal logra recoger los datos más importantes presentados en la obra original, al mismo tiempo que les da a los protagonistas y al resto de personajes un final digno y adecuado. Entonces, ¿qué pasará en Ascendente? Eso es un auténtico misterio que, siendo sincera, me apetece resolver, puesto que puede que esta nueva libertad redima a la saga y, quizás, nos dé una película que por fin ofrezca ese algo más que todos pedimos.
La Serie Divergente: Leal continúa en la línea de sus predecesoras y se mantiene fiel, en la medida de lo posible, a la esencia de las novelas en las que se basa. Acción a raudales, descubrimientos que no terminan de arrojar la luz suficiente sobre una trama que cada vez se desinfla más, pero que presenta a un elenco de actores siempre correcto y a una pareja protagonista, Shailene Woodley y Theo James, que demuestra una vez más ser lo mejor de la serie. Ahora sólo queda preguntarse, ¿qué sucederá en la última entrega de la saga, Ascendente? Habrá que esperar a 2017 para averiguarlo.
Siempre he pensado que la Saga Divergente era entretenida y adictiva, pero con una trama que peca de ser caótica y desordenada, donde nadie parece saber qué es lo que está ocurriendo, ni siquiera sus protagonistas. Sin embargo, para mí las películas han conseguido solventar como mejor han podido esos vacíos argumentales y se han apoyado en la acción y el entorno distópico, valiéndose de efectos especiales muy visuales. Según la crítica e, incluso, parte del público, en Leal no había nada salvable y, la poca coherencia que tenía, la había perdido. Ante este panorama yo ya no sabía qué es lo que podía esperarme, aparte de un desastre. Quizás por mis bajas expectativas o porque en el fondo creía que la película no podía estar tan mal, Leal me gustó tanto como las anteriores entregas de la saga e, incluso, llegó a sorprenderme su final, que me dejó con la evidente duda de ¿qué ocurrirá en la última parte, Ascendente?
Tal y como ocurre en la novela, Leal arranca justo donde terminó Insurgente. Sin apenas un breve resumen de lo sucedido hasta ahora, nos encontramos en el Chicago de las facciones al borde de una guerra civil. Tras el descubrimiento de que hay vida más allá del muro, Tris está decidida a averiguar qué y quiénes son los responsables del experimento que ha sido la vida de los habitantes de la ciudad durante los últimos años. Junto a Cuatro, Tris y sus amigos lograrán salir al exterior, donde no pasará mucho tiempo antes de que se encuentren con los encargados de que Chicago fuese dividido en un sistema de facciones. Poco a poco empezarán a descubrir las respuestas a todas sus preguntas y muchas cosas más que cambiarán todo aquello en lo que creían. Tris y Cuatro deberán decidir en quién confiar antes de que sea demasiado tarde.
Leal es la prueba de que esta saga es un auténtico caos y que ni siquiera su adaptación a la gran pantalla ha podido salvar el potencial de la historia. Eso sí, al menos cumple su función de entretener. Sin embargo, no comprendo a qué viene la decepción de los críticos y espectadores no lectores de las novelas que creían que la saga mejoraría o que, de pronto, mostraría una profundidad y complejidad de la que nunca ha hecho gala. Para mí, la saga se ha mantenido lo más cerca posible del material original de la autora, así que, como se puede deducir, esto sigue sin ir a ningún sitio y, por lo tanto, no es culpa de las adaptaciones. De hecho, éstas siguen siendo muy fieles a su estilo, con un ritmo ágil, en el que destaca la acción constante, e intentando darle cierto sentido a las incógnitas que se han planteado a lo largo de la historia.
La trama continúa enrevesándose y, como ya sucedió en la última novela, parece una historia totalmente diferente a las anteriores entregas. De pronto nos encontramos en un escenario nuevo, con personajes que ni aportan ni dejan de aportar nada a la historia y con unas explicaciones vagas sobre el origen de los divergentes y la sociedad de facciones. Todo ello se suma a la inminente guerra que va a tener lugar en Chicago, ahora que el antiguo sistema ha sido eliminado. En este extraño ambiente, Tris y Cuatro deben desenvolverse lo mejor que puedan y, aunque tienen un margen más bien limitado, consiguen destacar por encima de todos los demás elementos de la película.
En mi opinión, los grandes aciertos de estas adaptaciones son Shailene Woodley y Theo James. Ambos me parecen actores estupendos, con una química que hace que Tris y Cuatro se compenetren a la perfección y que sean una pareja que cambia y evoluciona, adaptándose a las circunstancias de su entorno. En Leal y, siendo fiel a la narración de la novela, el protagonismo de la historia queda compartido entre Tris y Cuatro, aunque esta vez más en él que en ella. Mientras vemos cómo Tris parece adaptarse a su recién descubierta realidad, Cuatro se plantea la moralidad de las acciones que llevan a cabo en el lugar al que acaban de llegar. Este recurso, si bien nos permite reconocer en Cuatro un protagonista masculino más complejo e interesante, no favorece en nada a Tris, que queda en un segundo plano durante gran parte de la película y pierde su rol de heroína. Por suerte, hacia el último tramo las cosas recuperan su orden natural y Tris toma las riendas de la situación para hacer frente a un inesperado enemigo.
Lo que más me ha llamado la atención de Leal ha sido su final y es que termina con los acontecimientos que ponen fin a la historia en el libro, pero sin la impactante muerte correspondiente. Esto demuestra que dividir la novela en dos partes era innecesario, ya que Leal logra recoger los datos más importantes presentados en la obra original, al mismo tiempo que les da a los protagonistas y al resto de personajes un final digno y adecuado. Entonces, ¿qué pasará en Ascendente? Eso es un auténtico misterio que, siendo sincera, me apetece resolver, puesto que puede que esta nueva libertad redima a la saga y, quizás, nos dé una película que por fin ofrezca ese algo más que todos pedimos.
La Serie Divergente: Leal continúa en la línea de sus predecesoras y se mantiene fiel, en la medida de lo posible, a la esencia de las novelas en las que se basa. Acción a raudales, descubrimientos que no terminan de arrojar la luz suficiente sobre una trama que cada vez se desinfla más, pero que presenta a un elenco de actores siempre correcto y a una pareja protagonista, Shailene Woodley y Theo James, que demuestra una vez más ser lo mejor de la serie. Ahora sólo queda preguntarse, ¿qué sucederá en la última entrega de la saga, Ascendente? Habrá que esperar a 2017 para averiguarlo.
Trailer:
Gracias por leer...
¡Hola!
ResponderEliminarPuf, pues yo soy de las que piensan que en esta película todo se va ya definitivamente a la mierda. Es cierto que la saga nunca había hecho gala de una gran complejidad ni profundidad, pero es que en esta película ya no hay lógica ninguna, es un todo vale. No se, me decepcionó un montón y ni siquiera creo que vaya a ver la última.
¡besos!