Reseña: Sueños de Dioses y Monstruos - Laini Taylor

Título: Sueños de Dioses y Monstruos
Título original: Dreams of Gods and Monsters
Autor/a: Laini Taylor
Editorial: Alfaguara
Pág. aprox.: 616
Precio aprox.: 17.50

Trilogía Hija de Humo y Hueso

Hija de Humo y Hueso #1 (Reseña)

Días de Sangre y Resplandor #2 (Reseña)

Sueños de Dioses y Monstruos #3

Night of Cake and Puppets #2.5 

(e-novella de Zuzana y Mik) (Reseña)

Sinopsis

Érase una vez un tiempo en el que solo existía la oscuridad. 

Y monstruos grandes como mundos que vagaban por ella.

Hasta que llegó un amor tan poderoso que unió todos los mundos… con puntadas de luz.

La joven Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y ahora el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una tierra asolada por la guerra. Pero cuando el brutal ejército de serafines de Jael traspasa al mundo humano, lo impensable se convierte en esencial: Karou y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra su enemigo común. Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quimeras conviven juntos, en paz. ¿Pero habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable amor entre un ángel y un demonio? Desde las calles de Roma hasta las cuevas de los kirin, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio. Y, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, ¿qué sueñan dioses y monstruos?

Opinión

Érase una vez un ángel y un demonio 

que se llevaron la mano al corazón

y desencadenaron el apocalipsis.

Quimeras e Ilegítimos, demonios y ángeles, deberán unir sus fuerzas para derrotar a su enemigo común, Jael y el ejército de Dominantes. Akiva y Karou liderarán la rebelión que salvará a La Tierra y a Eretz, sentando el precedente de lo que podría ser un nuevo comienzo para una vida en convivencia. Serafines y quimeras. ¿Se cumplirá el sueño de paz con el que una vez Karou y Akiva fantasearon? ¿Podrán estar, por fin, juntos? Con la ayuda de Zuzana y Mik, el imprescindible papel de Ziri en el conflicto, la tenacidad de Liraz, el poder de Akiva y la fortaleza de Karou tendrán que enfrentarse a las fuerzas de Jael, sin imaginar que hay algo mucho más fuerte y sin duda, incomprensible que la propia vida.

La trilogía de Hija de Humo y Hueso se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año y en una de mis favoritas de todos los tiempos. La pluma única de Laini Taylor, la originalidad argumental y los personajes magnéticos que ha creado me conquistaron desde el primer capítulo de la novela. A cada página que pasaba la necesidad de saber qué y quién era Karou, la chica de pelo azul, descubrir el destino de un amor prohibido entre un serafín y una quimera, quién era Akiva, el serafín de ojos de fuego y el futuro de esa tierra bautizada como Eretz me impedía separarme de los libros. Hija de Humo y Hueso me enamoró absolutamente, por su impecable presentación, sus personajes y un amor sin precedentes, Días de Sangre y Resplandor mostró el otro lado de la moneda, las consecuencias de una guerra, la pérdida, el dolor y Sueños de Dioses y Monstruos pone fin a una guerra milenaria, nos descubre el desenlace del amor entre Karou y Akiva y culmina con la revelación de que hay cosas más grandes de lo que jamás imaginamos. 

En las leyendas, las quimeras nacían de las lágrimas y los serafines de la sangre, 

pero en este momento todos ellos son hijos de la tristeza. 

Sueños de Dioses y Monstruos pone fin a una de las mejores trilogías que he leído y aunque me ha gustado muchísimo llegar al final del camino con Karou y Akiva, creo que le ha faltado chispa. La trama empieza justo donde lo dejamos tras Días de Sangre y Resplandor, con las quimeras y los serafines colaborando juntos para derrotar a Jael y sus Dominantes. Al mismo tiempo la autora nos introduce a un nuevo personaje, Eliza Jones, que ya desde el principio posee un halo de misterio y que resultará ser clave para el desenlace de la historia. Reconozco que lo relacionado con Eliza, su verdadera personalidad y el cómo Laini Taylor la ha dotado de un importante cometido sin resultar forzado, me ha gustado y convencido, pero había capítulos narrados desde su punto de vista que me parecieron densos y sí, pesados. Poco a poco nos presenta a la chica y algunas veces esos momentos, muchos de ellos irrelevantes, interrumpían la trama quimérica-seráfica y te dejaban en vilo, mordiéndote las uñas preguntándote qué ocurriría con Karou y Akiva, qué pretendía Jael... En cierto modo, la lectura se ralentizaba y me impedía meterme de lleno en la acción, aunque por suerte, la autora acaba justificando a Eliza en todos los aspectos, así que me doy por satisfecha. 

Los stelian, la tribu seráfica de la que procedía la madre de Akiva, son nombrados a lo largo de toda la trilogía, pero es en este tercer libro cuando la autora les otorga más relevancia. Esta información sobre los stelian, el por qué son como son, a qué se dedican y qué papel juega Akiva en todo esto, me han resultado verdaderamente interesantes, pero Laini Taylor nos los presenta brevemente al principio y en los últimos capítulos de la novela es cuando les da un mayor protagonismo que se queda corto, porque de hecho, creo que la intención principal era dirigir la historia hacia ese punto, dada la magnitud de los descubrimientos finales. Y aunque en parte queda todo cerrado, fácilmente podría continuar la historia de Karou y Akiva, así como este nuevo acontecimiento, que yo con mucho gusto leería. 

Nosotros somos el principio. Eso le había dicho Karou a Akiva 

mucho tiempo atrás; ahora era él el que lo decía. 

Aquello era lo que su propuesta de alianza significaba: 

el pasado, el futuro, contrición, resurgimiento. Esperanza. Significaba todo. 

Karou y Akiva han vuelto a enamorarme otra vez, tanto la fuerza de ella por seguir adelante a pesar de todos los obstáculos y mantener la esperanza como la seguridad que Akiva transmite sobre su relación con Karou, la consecución de ese futuro con el que siempre han soñado, simplemente por ser como es. Entran directos en mi top ten de parejas preferidas. Lo mismo me ha ocurrido con el resto de personajes, la arrolladora personalidad de Zuzana y la dulzura de Mik amenizan y suavizan la acción, Ziri, el kirin que juega un papel decisivo y que me dejó con un nudo en la garganta en cierto capítulo y Liraz, el personaje que más evoluciona a lo largo de los dos últimos libros de la trilogía, sorprendiendo por su fortaleza y su vulnerabilidad. Un abanico de personajes del que me ha dado pena despedirme, pero que ya cuentan con un lugar privilegiado en mi corazoncito de lectora. 

Sin embargo y muy a mí pesar, este final que tenía todos los ingredientes para ser épico, ha carecido, precisamente, de epicidad. Con ello no quiero decir que no me haya gustado, porque de hecho creo que se ajusta a lo que hemos visto a lo largo de la trilogía, una acción pausada, que se va entretejiendo a cada palabra, a cada gesto y que en las últimas páginas es cuando llega la verdadera sorpresa. En este caso, eso se ha cumplido. Los capítulos restantes para alcanzar el final de la novela son extremadamente reveladores e impactantes y creo que deberían haber llegado antes. No obstante, Laini Taylor ha sabido darle a esta trilogía el final que se merecía, dejando la puerta abierta a la esperanza. 

Sueños de Dioses y Monstruos pone el punto final a la historia de Karou y Akiva, de las quimeras y los serafines. La original, poética y elegante pluma de Laini Taylor nos transporta directamente a Eretz y nos embarca en la aventura que es la trilogía Hija de Humo y Hueso, aquella que comenzó con la esperanza y que no puede terminar de otra forma que con la esperanza. Una historia diferente, increíble y realmente maravillosa. 

Autor/a

Es autora de las novelas Blackbrinder y Silksinger, ambas de la saga Dreamdark, ha sido finalista del National Book Award con su novela Lips Touch.

Web de la editorial: http://www.librosalfaguarajuvenil.com/es/autor/laini-taylor/

Web de la autora: http://www.lainitaylor.com/

Gracias por leer...