Autor/a: Liane Moriarty
Editorial: Flatiron Books
Pág. aprox.: 415
Precio aprox.: 7.84 (ebook)/ 8.25 (papel)
Precio aprox.: 7.84 (ebook)/ 8.25 (papel)
Sinopsis
La nueva novela de Liane Moriarty, la autora de los bestsellers #1 del New York Times El secreto de mi marido, Pequeñas mentiras y Lo que Alice olvidó, sobre cómo a veces no apreciamos cuán extraordinarias son nuestras ordinarias vidas hasta que es demasiado tarde.
Seis adultos responsables. Tres niñas preciosas. Un perro pequeño. Sólo es un fin de semana normal. ¿Qué podría salir mal?
En Truly Madly Guilty, Liane Moriarty centra su singular y aguda visión en tres familias de apariencia feliz.
Sam y Clementine tiene una maravillosa, y sin embargo, ajetreada vida: tienen dos niñas pequeñas, Sam acaba de conseguir su trabajo soñado y Clementine, una chelista, está ocupada preparando la audición de su vida. Si hay algo en lo que puedan contar, es el uno en el otro.
Clementine y Erika son la amiga más antigua de la otra. Una sola mirada entre ellas puede expresar un conversación entera. Pero la suya es una relación complicada, así que cuando Erika menciona una invitación de última hora a una barbacoa con sus vecinos, Tiffany y Vid, Clementine y Sam no lo dudan. Teniendo las desbordantes personalidades de Tiffany y Vid supondrá un bienvenido alivio. Dos meses después, no para de llover, y Clementine y Sam no pueden dejar de preguntarse: ¿Y si no hubiéramos ido?
En Truly Madly Guilty, Liane Moriarty aborda las bases de nuestras vidas: matrimonio, sexo, paternidad y amistad. Muestra cómo la culpa puede dejar al descubierto las fracturas en las relaciones, en apariencia, más sólidas, cómo lo que no decimos puede ser más poderoso que lo que hacemos, y cómo a veces puede ser el momento más inocente el que más daño puede causar.
(Sinopsis traducida por mí)
Seis adultos responsables. Tres niñas preciosas. Un perro pequeño. Sólo es un fin de semana normal. ¿Qué podría salir mal?
En Truly Madly Guilty, Liane Moriarty centra su singular y aguda visión en tres familias de apariencia feliz.
Sam y Clementine tiene una maravillosa, y sin embargo, ajetreada vida: tienen dos niñas pequeñas, Sam acaba de conseguir su trabajo soñado y Clementine, una chelista, está ocupada preparando la audición de su vida. Si hay algo en lo que puedan contar, es el uno en el otro.
Clementine y Erika son la amiga más antigua de la otra. Una sola mirada entre ellas puede expresar un conversación entera. Pero la suya es una relación complicada, así que cuando Erika menciona una invitación de última hora a una barbacoa con sus vecinos, Tiffany y Vid, Clementine y Sam no lo dudan. Teniendo las desbordantes personalidades de Tiffany y Vid supondrá un bienvenido alivio. Dos meses después, no para de llover, y Clementine y Sam no pueden dejar de preguntarse: ¿Y si no hubiéramos ido?
En Truly Madly Guilty, Liane Moriarty aborda las bases de nuestras vidas: matrimonio, sexo, paternidad y amistad. Muestra cómo la culpa puede dejar al descubierto las fracturas en las relaciones, en apariencia, más sólidas, cómo lo que no decimos puede ser más poderoso que lo que hacemos, y cómo a veces puede ser el momento más inocente el que más daño puede causar.
(Sinopsis traducida por mí)
Opinión
“It was interesting that fury and fear could look so much the same.”
He intentado hacer la reseña de Truly Madly Guilty tantas veces que ya he perdido la cuenta. A estas alturas no sé qué puede salir de aquí, pero espero que, al menos, consiga despertaros la curiosidad por la nueva novela de Liane Moriarty y que deseéis descubrir qué ocurrió en la barbacoa de Vid y Tiffany, por qué lo ocurrido no deja de atormentar a Sam y a Clementine y qué decisión tomarán Erika y Oliver respecto a sus expectativas de futuro. ¿Sobrevivirán las amistades? ¿Se romperán matrimonios? La respuesta sólo la encontraréis en Truly Madly Guilty.
En Australia llueve a cántaros. Una circunstancia tan anormal que el país entero está asombrado. Sin embargo, Sam y Clementine, Erika y Oliver, Vid y Tiffany, apenas pueden reparar en la meteorología cuando aún se preguntan qué pasó en aquella barbacoa. De hecho, no sólo el incidente en sí es lo que ocupa sus pensamientos, sino todo lo ocurrido antes, durante y después, las conversaciones mantenidas horas antes, las consecuencias y el impacto de aquel infortunio. ¿Podrían haberlo evitado? ¿Y si no hubieran ido? ¿Por qué Erika tiene lagunas de aquella tarde? ¿Por qué Dakota se ha encerrado en sí misma? ¿Por qué Clementine ha accedido a dar esas charlas? ¿Acaso tiene la necesidad de revivir lo ocurrido? A pesar de todo, ninguno de ellos se ha planteado las preguntas correctas, las que de verdad importan: ¿Están dispuestos a permitir que destruya sus vidas? ¿O lucharán para salvar aquello que realmente les importa?
Si hay algo que he podido comprobar desde que empecé a leer a Liane Moriarty es que la magia de su narrativa reside en su extraordinaria capacidad de desarrollar la vida cotidiana en torno a un evento rodeado de misterio. En principio, parece que toda la trama gira alrededor del qué, cuándo, cómo, quién y por qué y, si bien es cierto que son las ganas de descubrir la respuesta a esos interrogantes lo que te empuja a seguir leyendo, a medida que te adentras en sus historias comprendes que lo importante no es averiguar cuál es ese enigmático acontecimiento, sino quiénes son esas personas, cómo afrontan su día a día antes y después de lo sucedido, cuáles son sus problemas, cómo son sus vidas. El caso de Truly Madly Guilty no es diferente y presenta este mismo esquema en el que una barbacoa de domingo en el jardín de unos vecinos se convierte en el escenario de un incidente que marcará a todos sus asistentes, que no podrán parar de preguntarse a sí mismos, ¿qué habría ocurrido si no hubiesen ido?
Truly Madly Guilty es una novela coral, donde cada personaje tiene la oportunidad de ofrecer su punto de vista al lector, no sólo sobre lo que sucedió en aquella barbacoa, sino cómo se sienten respecto a ello y cómo hacen frente al desafortunado suceso. Sin embargo, el peso de la trama recae sobre las tres protagonistas femeninas, Erika, Clementine y Tiffany, por lo que la intervención de los personajes secundarios se reduce a uno o dos capítulos. Con todo, estos capítulos contribuyen a enriquecer la historia y a completar esos espacios en blanco que las narraciones de las protagonistas van dejando. Es así como podremos averiguar por qué Harry, el misterioso vecino de Erika y Oliver y Tiffany y Vid, se comporta de la manera en que lo hace, cómo se siente Dakota, la hija de Vid y Tiffany, por lo sucedido aquella tarde, o cómo han afectado los acontecimientos de tan desgraciado fin de semana a Sam y por qué se queda a un lado mientras su matrimonio se derrumba a su alrededor. Pequeños conflictos personales que añaden más capas a este complejo relato que te arrastra al mundo en el que habitan estas ordinarias familias que tuvieron la mala suerte de compartir una experiencia que todos desearían poder olvidar.
En Australia llueve a cántaros. Una circunstancia tan anormal que el país entero está asombrado. Sin embargo, Sam y Clementine, Erika y Oliver, Vid y Tiffany, apenas pueden reparar en la meteorología cuando aún se preguntan qué pasó en aquella barbacoa. De hecho, no sólo el incidente en sí es lo que ocupa sus pensamientos, sino todo lo ocurrido antes, durante y después, las conversaciones mantenidas horas antes, las consecuencias y el impacto de aquel infortunio. ¿Podrían haberlo evitado? ¿Y si no hubieran ido? ¿Por qué Erika tiene lagunas de aquella tarde? ¿Por qué Dakota se ha encerrado en sí misma? ¿Por qué Clementine ha accedido a dar esas charlas? ¿Acaso tiene la necesidad de revivir lo ocurrido? A pesar de todo, ninguno de ellos se ha planteado las preguntas correctas, las que de verdad importan: ¿Están dispuestos a permitir que destruya sus vidas? ¿O lucharán para salvar aquello que realmente les importa?
Si hay algo que he podido comprobar desde que empecé a leer a Liane Moriarty es que la magia de su narrativa reside en su extraordinaria capacidad de desarrollar la vida cotidiana en torno a un evento rodeado de misterio. En principio, parece que toda la trama gira alrededor del qué, cuándo, cómo, quién y por qué y, si bien es cierto que son las ganas de descubrir la respuesta a esos interrogantes lo que te empuja a seguir leyendo, a medida que te adentras en sus historias comprendes que lo importante no es averiguar cuál es ese enigmático acontecimiento, sino quiénes son esas personas, cómo afrontan su día a día antes y después de lo sucedido, cuáles son sus problemas, cómo son sus vidas. El caso de Truly Madly Guilty no es diferente y presenta este mismo esquema en el que una barbacoa de domingo en el jardín de unos vecinos se convierte en el escenario de un incidente que marcará a todos sus asistentes, que no podrán parar de preguntarse a sí mismos, ¿qué habría ocurrido si no hubiesen ido?
Truly Madly Guilty es una novela coral, donde cada personaje tiene la oportunidad de ofrecer su punto de vista al lector, no sólo sobre lo que sucedió en aquella barbacoa, sino cómo se sienten respecto a ello y cómo hacen frente al desafortunado suceso. Sin embargo, el peso de la trama recae sobre las tres protagonistas femeninas, Erika, Clementine y Tiffany, por lo que la intervención de los personajes secundarios se reduce a uno o dos capítulos. Con todo, estos capítulos contribuyen a enriquecer la historia y a completar esos espacios en blanco que las narraciones de las protagonistas van dejando. Es así como podremos averiguar por qué Harry, el misterioso vecino de Erika y Oliver y Tiffany y Vid, se comporta de la manera en que lo hace, cómo se siente Dakota, la hija de Vid y Tiffany, por lo sucedido aquella tarde, o cómo han afectado los acontecimientos de tan desgraciado fin de semana a Sam y por qué se queda a un lado mientras su matrimonio se derrumba a su alrededor. Pequeños conflictos personales que añaden más capas a este complejo relato que te arrastra al mundo en el que habitan estas ordinarias familias que tuvieron la mala suerte de compartir una experiencia que todos desearían poder olvidar.
“Two musicians could play the same notes and sound entirely different.
Intonation was everything.”
El estilo de Liane Moriarty me conquistó cuando leí El secreto de mi marido, pero con Truly Madly Guilty mi admiración por el trabajo de esta autora australiana se consolidó. La escritora es única a la hora de crear personajes y, sobre todo, personajes femeninos. Las tres protagonistas de esta historia no podrían ser más diferentes entre sí y, aún así, todas ellas comparten dudas y preocupaciones con las que es imposible no sentirse identificada. Con algunas he empatizado más que con otras, pero en general he comprendido las actitudes de todas.
Tres mujeres que deben enfrentarse a su día a día como madres, esposas y trabajadoras al mismo tiempo que hacer frente a sus demonios personales. En el caso de Clementine, la audición de chelista que le podría cambiar la vida pasa a un segundo plano tras las consecuencias que trajo consigo la barbacoa para su matrimonio con Sam y su familia y para la consideración que tenía de sí misma. Además, su amistad con Erika siempre ha sido más una carga que una bendición y ahora más que nunca es como un cuchillo de doble filo. Por su parte, la relación de Erika con su madre, complicada desde la infancia de la chica, es casi un lastre para ella, ya que su progenitora no acepta la ayuda que su hija le ofrece. Por suerte, Erika cuenta con su marido Oliver, que desde que se conocieran suponen el mejor apoyo para el otro. Y, por último, los vecinos de Erika y Oliver y los anfitriones de la infame barbacoa, Tiffany y Vid. Juntos conforman un matrimonio peculiar, pero muy bien avenido debido a la naturaleza extrovertida de él y la determinación despreocupada de ella. Será su hija Dakota por quien deberán preocuparse ambos ahora que va a empezar el curso en un nuevo colegio y cuya actitud normalmente reservada se ha vuelto más taciturna, lo que hará que Tiffany se replantee su papel como madre.
¿Os había dicho ya que en Truly Madly Guilty tiene lugar un incidente durante una barbacoa? ¿Sí? ¿Muchas veces? Pues bien, así es como me he sentido mientras leía esta novela. Intrigada y desesperada por averiguar qué había ocurrido en esa barbacoa para que todo el mundo deseara borrarla de su memoria, para que el matrimonio de Clementine y Sam se estuviera desintegrando delante de sus propias narices, para esclarecer por qué Erika tenía lagunas de aquella velada, qué había provocado el sentimiento de culpa de Dakota y de Clementine o qué era esa confesión de Tiffany que Sam se sentía tan avergonzado de haber prestado atención. Miles de preguntas y ya no sólo sobre la barbacoa, sino sobre la situación personal de los personajes que me impulsaban a leer con un frenesí y un deleite mezclado con la pena de comprender que me terminaría el libro, pero con la certeza de que necesitaba respuestas y con urgencia.
¿Habrá cumplido las expectativas tanto secretismo y misterios sin resolver? Sí, querid@s, Liane Moriarty ha vuelto a sorprenderme y, aunque si bien es cierto que el misterio en Truly Madly Guilty está muy lejos de ser tan impactante como lo fuera el de mi anterior experiencia con la bibliografía de la autora, en esta ocasión se trata de un suceso tan real y humano que podría pasarle a cualquiera, literalmente. Para mí esto es sólo otra demostración del talento de Moriarty a la hora de narrar historias reales, con personajes reales y problemas reales. El encanto recae en cómo la autora relata vidas y situaciones ordinarias de manera que resulten extraordinarias. Quizás ese gran interrogante que se plantea desde el inicio de la lectura no lo sea tanto y que su respuesta sea más evidente de lo que nos hace creer la escritora, porque ya os digo que aquí lo es y que lo adivinaréis antes de su resolución, pero es comprobar lo bien enlazado que está todo lo que hacen que Truly Madly Guilty y los libros firmados por Liane Moriarty que tenido el placer de leer, lecturas entretenidas, inolvidables y con personajes interesantísimos a los que querer u odiar o las dos cosas al mismo tiempo.
Tres mujeres que deben enfrentarse a su día a día como madres, esposas y trabajadoras al mismo tiempo que hacer frente a sus demonios personales. En el caso de Clementine, la audición de chelista que le podría cambiar la vida pasa a un segundo plano tras las consecuencias que trajo consigo la barbacoa para su matrimonio con Sam y su familia y para la consideración que tenía de sí misma. Además, su amistad con Erika siempre ha sido más una carga que una bendición y ahora más que nunca es como un cuchillo de doble filo. Por su parte, la relación de Erika con su madre, complicada desde la infancia de la chica, es casi un lastre para ella, ya que su progenitora no acepta la ayuda que su hija le ofrece. Por suerte, Erika cuenta con su marido Oliver, que desde que se conocieran suponen el mejor apoyo para el otro. Y, por último, los vecinos de Erika y Oliver y los anfitriones de la infame barbacoa, Tiffany y Vid. Juntos conforman un matrimonio peculiar, pero muy bien avenido debido a la naturaleza extrovertida de él y la determinación despreocupada de ella. Será su hija Dakota por quien deberán preocuparse ambos ahora que va a empezar el curso en un nuevo colegio y cuya actitud normalmente reservada se ha vuelto más taciturna, lo que hará que Tiffany se replantee su papel como madre.
¿Os había dicho ya que en Truly Madly Guilty tiene lugar un incidente durante una barbacoa? ¿Sí? ¿Muchas veces? Pues bien, así es como me he sentido mientras leía esta novela. Intrigada y desesperada por averiguar qué había ocurrido en esa barbacoa para que todo el mundo deseara borrarla de su memoria, para que el matrimonio de Clementine y Sam se estuviera desintegrando delante de sus propias narices, para esclarecer por qué Erika tenía lagunas de aquella velada, qué había provocado el sentimiento de culpa de Dakota y de Clementine o qué era esa confesión de Tiffany que Sam se sentía tan avergonzado de haber prestado atención. Miles de preguntas y ya no sólo sobre la barbacoa, sino sobre la situación personal de los personajes que me impulsaban a leer con un frenesí y un deleite mezclado con la pena de comprender que me terminaría el libro, pero con la certeza de que necesitaba respuestas y con urgencia.
¿Habrá cumplido las expectativas tanto secretismo y misterios sin resolver? Sí, querid@s, Liane Moriarty ha vuelto a sorprenderme y, aunque si bien es cierto que el misterio en Truly Madly Guilty está muy lejos de ser tan impactante como lo fuera el de mi anterior experiencia con la bibliografía de la autora, en esta ocasión se trata de un suceso tan real y humano que podría pasarle a cualquiera, literalmente. Para mí esto es sólo otra demostración del talento de Moriarty a la hora de narrar historias reales, con personajes reales y problemas reales. El encanto recae en cómo la autora relata vidas y situaciones ordinarias de manera que resulten extraordinarias. Quizás ese gran interrogante que se plantea desde el inicio de la lectura no lo sea tanto y que su respuesta sea más evidente de lo que nos hace creer la escritora, porque ya os digo que aquí lo es y que lo adivinaréis antes de su resolución, pero es comprobar lo bien enlazado que está todo lo que hacen que Truly Madly Guilty y los libros firmados por Liane Moriarty que tenido el placer de leer, lecturas entretenidas, inolvidables y con personajes interesantísimos a los que querer u odiar o las dos cosas al mismo tiempo.
“You could jump so much higher when you had somewhere safe to fall.”
Truly Madly Guilty es una historia cotidiana, natural y sencilla, protagonizada por personajes tan reales que será imposible no reconocerse en ellos. Matrimonio, paternidad, madurez, infancia, aspiraciones, amistad, familia y amor convergen en la novela de Liane Moriarty y se conjugan para tejer una trama adictiva y trepidante por el misterio que envuelve al incidente de la barbacoa, pero también por cómo todos y cada uno de los personajes lidian con lo ocurrido al mismo tiempo que le hacen frente a los problemas de sus vidas. Realista y muy humana. Imprescindible.
Autor/a
Liane Moriarty es una autora australiana. Su bibliografía la componen novelas como Three Wishes, The Last Anniversary, What Alice Forgot, The Hypnotist’s Love Story, Big Little Lies y Truly Madly Guilty todas ellas publicadas con éxito en todo el mundo. Sin embargo, fue The Husband's Secret (El secreto de mi marido) la que la catapultó a la fama. Bajo el nombre de L.M. Moriarty es asimismo autora de la serie para niños Space Brigade. Liane vive en Sydney con su marido, su hijo y su hija. (megustaleer.com)
Gracias por leer...
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