Autor/a: Paullina Simons
Editorial: DeBolsillo
Pág. aprox.: 640
Precio aprox.: 10.95 (papel)/ 6.99 (digital)
Trilogía El Jinete de Bronce
El Jinete de Bronce (Reseña)
Tatiana y Alexander
El Jardín de Verano
Tatiana y Alexander desvela el destino de una pareja separada por la guerra y los secretos del pasado. La historia de un amor que, desde sus inicios, ha tenido que luchar para sobrevivir y que, de nuevo, deberá elegir entre rendirse o arriesgarlo todo. Romántica y dulce, envuelta en los horrores de uno de los conflictos más terroríficos de la historia, la novela de Paullina Simons te atrapará sin remedio. ¿Lograrán Tatiana y Alexander el final feliz que tanto se merecen? Adéntrate en la trilogía para descubrirlo.
Precio aprox.: 10.95 (papel)/ 6.99 (digital)
Trilogía El Jinete de Bronce
El Jinete de Bronce (Reseña)
Tatiana y Alexander
El Jardín de Verano
Sinopsis
Embarazada, enferma y absolutamente desolada, Tatiana ha logrado llegar a Estados Unidos. Entregada a la fuerza de las circunstancias y alejada de su convulsionada tierra, la joven comenzará una nueva existencia con la secreta ilusión de que, en alguna parte, el hombre al que ama sea capaz de vencer a las oscuras garras del destino.
Mientras, Alexander sufre el hostigamiento de las fuerzas represoras en las gélidas tierras de la Unión Soviética, y tan solo el recuerdo de su esposa, junto con la velada esperanza de que siga con vida, alimenta su espíritu ante la adversidad.
Al tiempo que la contienda llega a su final, ambos lucharán contra sus destinos y la desesperación en busca del amor perdido y la inquebrantable esperanza del reencuentro.
Opinión
Tatiana ha escapado de la Unión Soviética. Por fin puede empezar una nueva vida lejos de las privaciones y de la guerra junto al hijo que espera en Estados Unidos tal y como imaginó con Alexander. Sin embargo, las cosas no han salido como ninguno de ellos esperaba. Tatiana deberá recoger las piezas de su corazón roto por la pérdida de su amor verdadero y seguir adelante por su hijo y por Alexander, a quien no ha perdido la esperanza de volver a encontrar, aunque todo indique a que haya perecido en un trágico accidente. Lo que Tatiana ignora es que Alexander ha sobrevivido y que en algún lugar de Rusia está siendo interrogado por ciertas acusaciones por las que será condenado a un batallón disciplinario. La guerra aún esta en pleno apogeo, las tropas alemanas siguen avanzando, los heridos e inmigrantes continúan huyendo a Estados Unidos, lejos de la contienda, y el ejército de los aliados aúna fuerzas para derrotar el horror nazi. Y en lados opuestos del conflicto y del Atlántico, Tatiana y Alexander luchan con uñas y dientes por volverse a encontrar. Él, en el campo de batalla. Ella, en su corazón. Los años pasan, Tatiana intenta rehacer su vida mientras Alexander trata de olvidar. Sin embargo, con el final de la guerra a Tatiana se le ofrece la oportunidad de regresar a Europa y con ella la de recuperar a Alexander. ¿Salvará Tatiana al hombre al que ama o habrán los horrores de la guerra destruido al hombre del que se enamoró aquel lejano domingo en Leningrado?
A pesar de mis más y mis menos con El jinete de bronce, la historia de Tatiana y Alexander me gustó lo suficiente como para continuar esta aventura de primeros amores, familia perdida y fraguada entre los horrores de la guerra que asoló a Europa y al mundo entero. En esta segunda entrega la pareja protagonista deberá a enfrentarse no sólo a las dificultades de su día a día; ella en Nueva York cuidando del hijo que tuvo con el amor de su vida y él en el campo de batalla que es el continente; sino que también deberán lidiar con los fantasmas de su pasado.
En Tatiana y Alexander encontramos a Tatia y a Shura separados por un océano y por una cruenta contienda, así como por falsas creencias y esperanzas. A pesar de sus esfuerzos por hacerle creer que había perecido en el hielo, Tatiana siente la corazonada de que en algún lugar Alexander está vivo y luchando por llegar hasta ella. Sus esperanzas, aunque correctas, no son tan fáciles de lograr y Alexander hace frente a mil y un obstáculos para cruzar la frontera de Berlín y, una vez ahí, viajar a Estados Unidos. A diferencia de su predecesor, en Tatiana y Alexander viviremos la guerra de primera mano y será con Alexander con quien asistamos a los avances de Rusia para acabar con los nazis, con quien descubramos las disidencias y los grupos rebeldes, además del trato que recibían los prisioneros militares en los campos de trabajo soviéticos. Una trama interesante desde el punto de vista histórico que se mezcla con el complicado pasado de Alexander Barrington, desde que llegó a la Unión Soviética con sus padres, cómo afectó el traslado a su relación con sus progenitores, cómo sufrieron tanto el matrimonio como el hijo la carestía de la que creían la tierra prometida, el deterioro de su madre y las detenciones y el ingreso de Alexander en el Ejército Rojo. Retales y retales del pasado de Alexander que responden a todas aquellas preguntas que se plantean en El jinete de bronce y que ayuda al lector a comprender quién es este joven determinado y valiente.
Mientras Alexander está en Europa, Tatiana empieza su nueva vida en Nueva York junto a su hijo, Anthony. Una vida que vive a medias, ya que su corazón permanece anclado al pasado y al recuerdo de su marido, al que se niega a dejar ir, incluso tras años sin noticias de su paradero. Sin embargo, Tatiana cuenta con la ayuda de sus recién encontrados amigos, personal del hospital en el que ejerce de enfermera. Los capítulos centrados en Tatiana y su estancia en Nueva York no sólo aligeran el tono de la historia frente a las difíciles situaciones que vivimos junto a Alexander, sino que resultan muy dinámicos y entretenidos. Tatiana es un personaje que evoluciona y crece a lo largo de las páginas, que no se amedrenta ante nada y que, pese a su dolor, siempre sigue avanzando. Cierto es que lo hace a su propio ritmo, pero es asombroso cómo supera las adversidades, cómo emprende la búsqueda de su amor verdadero tanto en ámbitos políticos como en el campo de batalla si es necesario y cómo supera el día a día en una ciudad extraña que terminará por convertirse en su hogar.
A paso lento, pero seguro, Tatiana y Alexander se cuece a fuego lento y tal y como sucediera en El jinete de bronce el final es frenético, adictivo y repleto de angustia. Nuestra dulce pareja deberá hacer un último esfuerzo antes de escapar del terror del conflicto y por fin abrazar su final feliz. Una recta final que si bien me ha emocionado y me ha mantenido con el corazón en un puño, también me ha recordado por qué no me entusiasmó tanto como creí que lo haría el primer libro de esta trilogía. Para mí, lo que enturbia esta historia de amor cargada de tintes dramáticos es la actitud de Alexander para con Tatiana. En ocasiones es el perfecto héroe romántico, dispuesto a morir por su amada, honorable y valiente, pero a veces es un poco déspota y a mí me saca de quicio. Con todo, el de Tatiana y Alexander es un relato muy romántico y tierno que, si bien no es perfecto, es en su imperfección donde reside su identidad.
A pesar de mis más y mis menos con El jinete de bronce, la historia de Tatiana y Alexander me gustó lo suficiente como para continuar esta aventura de primeros amores, familia perdida y fraguada entre los horrores de la guerra que asoló a Europa y al mundo entero. En esta segunda entrega la pareja protagonista deberá a enfrentarse no sólo a las dificultades de su día a día; ella en Nueva York cuidando del hijo que tuvo con el amor de su vida y él en el campo de batalla que es el continente; sino que también deberán lidiar con los fantasmas de su pasado.
En Tatiana y Alexander encontramos a Tatia y a Shura separados por un océano y por una cruenta contienda, así como por falsas creencias y esperanzas. A pesar de sus esfuerzos por hacerle creer que había perecido en el hielo, Tatiana siente la corazonada de que en algún lugar Alexander está vivo y luchando por llegar hasta ella. Sus esperanzas, aunque correctas, no son tan fáciles de lograr y Alexander hace frente a mil y un obstáculos para cruzar la frontera de Berlín y, una vez ahí, viajar a Estados Unidos. A diferencia de su predecesor, en Tatiana y Alexander viviremos la guerra de primera mano y será con Alexander con quien asistamos a los avances de Rusia para acabar con los nazis, con quien descubramos las disidencias y los grupos rebeldes, además del trato que recibían los prisioneros militares en los campos de trabajo soviéticos. Una trama interesante desde el punto de vista histórico que se mezcla con el complicado pasado de Alexander Barrington, desde que llegó a la Unión Soviética con sus padres, cómo afectó el traslado a su relación con sus progenitores, cómo sufrieron tanto el matrimonio como el hijo la carestía de la que creían la tierra prometida, el deterioro de su madre y las detenciones y el ingreso de Alexander en el Ejército Rojo. Retales y retales del pasado de Alexander que responden a todas aquellas preguntas que se plantean en El jinete de bronce y que ayuda al lector a comprender quién es este joven determinado y valiente.
Mientras Alexander está en Europa, Tatiana empieza su nueva vida en Nueva York junto a su hijo, Anthony. Una vida que vive a medias, ya que su corazón permanece anclado al pasado y al recuerdo de su marido, al que se niega a dejar ir, incluso tras años sin noticias de su paradero. Sin embargo, Tatiana cuenta con la ayuda de sus recién encontrados amigos, personal del hospital en el que ejerce de enfermera. Los capítulos centrados en Tatiana y su estancia en Nueva York no sólo aligeran el tono de la historia frente a las difíciles situaciones que vivimos junto a Alexander, sino que resultan muy dinámicos y entretenidos. Tatiana es un personaje que evoluciona y crece a lo largo de las páginas, que no se amedrenta ante nada y que, pese a su dolor, siempre sigue avanzando. Cierto es que lo hace a su propio ritmo, pero es asombroso cómo supera las adversidades, cómo emprende la búsqueda de su amor verdadero tanto en ámbitos políticos como en el campo de batalla si es necesario y cómo supera el día a día en una ciudad extraña que terminará por convertirse en su hogar.
A paso lento, pero seguro, Tatiana y Alexander se cuece a fuego lento y tal y como sucediera en El jinete de bronce el final es frenético, adictivo y repleto de angustia. Nuestra dulce pareja deberá hacer un último esfuerzo antes de escapar del terror del conflicto y por fin abrazar su final feliz. Una recta final que si bien me ha emocionado y me ha mantenido con el corazón en un puño, también me ha recordado por qué no me entusiasmó tanto como creí que lo haría el primer libro de esta trilogía. Para mí, lo que enturbia esta historia de amor cargada de tintes dramáticos es la actitud de Alexander para con Tatiana. En ocasiones es el perfecto héroe romántico, dispuesto a morir por su amada, honorable y valiente, pero a veces es un poco déspota y a mí me saca de quicio. Con todo, el de Tatiana y Alexander es un relato muy romántico y tierno que, si bien no es perfecto, es en su imperfección donde reside su identidad.
Tatiana y Alexander desvela el destino de una pareja separada por la guerra y los secretos del pasado. La historia de un amor que, desde sus inicios, ha tenido que luchar para sobrevivir y que, de nuevo, deberá elegir entre rendirse o arriesgarlo todo. Romántica y dulce, envuelta en los horrores de uno de los conflictos más terroríficos de la historia, la novela de Paullina Simons te atrapará sin remedio. ¿Lograrán Tatiana y Alexander el final feliz que tanto se merecen? Adéntrate en la trilogía para descubrirlo.
Autor/a
Paullina Simons nació y se crió en Leningrado. Emigró a Estados Unidos junto a su familia en los años setenta. Es autora de novelas de éxito internacional, como El sueño imposible y la trilogía compuesta por El jinete de bronce, Tatiana y Alexander, y El Jardín de Verano. Sus libros han cautivado el corazón de miles de lectores en todo el mundo. (megustaleer.com)
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